CINECLUB EL UNO Y LA BELLEZA

16/12/2016 Desactivado Por Juan Jose De Focatiis

ÚLTIMA FUNCIÓN DEL AÑO 2016 con la proyección en carácter de FUNCIÓN ESPECIAL de la COMEDIA POLÍTICA “EL ÁRBOL, EL ALCALDE Y LA MEDIATECA” (o las 7 casualidades).

ERIC ROHMER (Cuentos de las 4 estaciones)

Para que el humor y la ironía

no estén divorciados

del noble arte de la política…

especialmente en estos mundiales tiempos de »grietas»…

Sinopsis:

El intendente de un pequeño pueblo quiere construir un gran complejo deportivo-cultural en unos terrenos cercanos al pueblo. Cuando todo parece seguir su cauce normal, comienzan a surgir infinidad de pequeños problemas, presiones de uno y otro bando y cuestiones políticas que ponen en peligro el proyecto.

«Un cuento político impecable e implacable». Nuria Vidal (Fotogramas)

El Árbol, el Alcalde y la Mediateca es una de las reflexiones más lúcidas acerca de la política que existen, cosa que era de esperar viniendo de un maestro de las revelaciones como Rohmer. Si bien comparte la estructura de gran parte de su filmografía (pese a ser de las pocas pelis de la misma que no están comprendidas en los ciclos de Cuentos Morales, Comedias y Proverbios, o Cuentos de las 4 Estaciones) es una rara avis dentro de la misma, pues el mismo Rohmer reconoce que fue escribiendo los diálogos mientras filmaba (cuando generalmente tiene todo más planificado), casi a salto de mata, y permitió a Clémentine Amouroux que realizase entrevistas reales improvisadas (valga la redundancia) a los lugareños del pueblo. Entrevistas que forman parte importante del film e improvisación. Lo de la estructura, más que por unas coordenadas comunes en el cine de este señor (que las hay, casi patrones incluso), es por la reacción del espectador: desde esos 10 minutos iniciales de ‘’¡me aburro!’’, a ese final en el que frunces el ceño, te enciendes un cigarrillo, asientes en plan ‘’mmmm… que fino ha hilado el cabrón’’, y caes en la cuenta de que acabas de ver una maravilla donde este francés se permite la ironía desde la distancia más objetiva que pueda verse en el cine. Es dicho distanciamiento lo que confiere una validez extrema a prácticamente todo lo filmado por Rohmer, aun quedando la duda en el espectador de si es un misántropo, un humanista, un cínico o qué diablos pasa con él. De lo que no cabe duda es de su valía como cineasta.

Aquí, con una trama volátil y para nada esencial en la película (queda todo sujeto al azar y a como condiciona él mismo los actos), nos desvela en qué consiste el ‘’noble arte de la política’’ mientras de soslayo mete unas cuantas ironías muy buenas al mundo del periodismo (ese pesebre tan prescindible a día de hoy), al ecologismo (cuando es enarbolado como ideología de cara a pillar subvenciones), a la identificación inmemorial dualista de derecha e izquierda e incluso a un elemento tan horrible como puede ser el auto contemporáneo, en un alarde de genialidad humorística y rabiosa. Todo a escala, como la maqueta de la mediateca que forma parte de la trama. (www.filmaffinity.com)