«LOS ROSTROS GUARDADOS» ESTÁN EN EL MuMA

«LOS ROSTROS GUARDADOS» ESTÁN EN EL MuMA

03/12/2017 Desactivado Por Juan Jose De Focatiis

El sábado por la tarde, se inauguró la muestra fotográfica de facundo geli, “Los rostros guardados” en el museo municipal de arte. Es una muestra de fotografías, retratos y acontecimientos, de un viaje que el artista realizó por América del Sur entre 2015 y 2016. O como él prefiere decirlo, “un viaje hasta el norte del sur”. y podrá visitarse durante todo el mes de diciembre, con entrada libre y gratuita.

 

muestra fotografíca, retratos y acontecimientos, de un viaje que el artista realizó por América del Sur entre 2015 y 2016. O como él prefiere decirlo, “un viaje hasta el norte del sur”. Facundo Geli, nació en Bahía Blanca y pasó su niñez y adolescencia en la ciudad de Trelew. A los 17 años comenzó sus estudios de Diseño de Imagen y Sonido y Fotografía en Buenos Aires. Sus fotografías fueron publicadas en distintos libros y revistas. Expuso en el marco del concurso Gente de mi Ciudad 2015; fotografía artística SICALAM 2016; «Imágenes del Mercosur» 2016. Fue invitado por la Secretaria de Culto y Pueblos Originarios de la provincia de Tierra del Fuego para exponer en el Museo Fueguino de Arte su muestra “Los Rostros Guardados”.

Actualmente se encuentra trabajando en la edición de un libro de su viaje por América. Geli fue atrapado por las costumbre de los nativos que resisten las culturas impuestas por el colonialismo. “Adentré con mi cámara en lo profundo de sus rostros… La fotografía fue mi medio para conocer e indagar desde una mirada documental, en otros mundos, en otras verdades, y en otras relaciones con la vida y con la muerte.”- expresa el fotófgrafo.  La curaduría de esta muestra está a cargo de Ricardo Soto Uribe, Licenciado en Teoría e Historia del arte (U. Chile) , Diseñador de Imagen ySonido (UBA) y Máster en Estéticas Contemporáneas latinoamericanas (UNDAV).

 

Sobre “Los rostros Guardados” escribe:

-”La fotografía de Geli detiene el tiempo, pero no porque capture o sintetice un instante, sino porque en esa detención se asoma otro tiempo, más denso y profundo, un tiempo en donde se tejen las tramas dispares de la identidad y la memoria de una comunidad. Es esa realidad, ópticamente invisible, la que acá logra hacerse imagen. Así, en cada una de las fotografías hay algo que ellas parecieran guardar con celo. Lo guardado sea quizás ese mismo tiempo ancho que parece unir sus distintos elementos en una misma trama, tejida de vejez e infancia, de explotación y fiesta, de montañas y de piedras.

Una fotografía que lanza destellos sobre los espacios no visibles de la imagen, que sabe entonces habitar en negros profundos, en rostros ocultados por espaldas, en las sombras de un secreto siempre guardado. La fotografía se hace testigo de un doble movimiento: el despliegue ancho de aquel tiempo identitario de la memoria pero al mismo tiempo un repliegue íntimo hacia lo humano.”