Marcos Aguinis: «La educación es la clave del progreso»

Marcos Aguinis: «La educación es la clave del progreso»

10/08/2012 Desactivado Por Juan Jose De Focatiis

 

El escritor Marcos Aguinis llegó a nuestra ciudad al mediodía, a las 17 horas puntualmente empezó a recorrer las instalaciones del Ecocentro, demostrando asombro ante las marvillas de nuestro golfo e interesándose por la vida de las ballenas y demás.

Luego habló con algunos medios de comunicación y a las 18.30 comenzó con su charla “Cultura e Identidad” con motivo del cierre de las actividades del Ecocentro Abierto 2012, desarrolladas a partir de la exposición “Culturas” de Steve McCurry, ciclo auspiciado por Aluar Aluminio Argentino SAIC.

La muestra del célebre fotógrafo despertó la curiosidad de miles de vecinos que recorrieron en seis fines de semana las 90 imágenes. La edición de Ecocentro Abierto 2012 llegó a su fin y los visitantes que concurrieron fueron más de 15.000. Las fotografías de McCurry brindaron un paseo por “la vida cotidiana” de otras culturas. Dentro de este contexto, el escritor Marcos Aguinis brindó una charla sobre “Cultura e Identidad” para darle un cierre a este ciclo de actividades. Abordó la diversidad de culturas y de cómo cada individuo desarrolla diversas identidades y culturas aún perteneciendo a un mismo territorio. Llevó a pensar la cultura y la identidad de manera abierta, plural, rescatando las diferencias, mostrando que no sólo habitamos en un mundo diverso, heterogéneo, sino que, incluso, nuestras comunidades se encuentran atravesadas por la multiplicidad y la diferencia.

Marcos Aguinis, nacido en Córdoba, es un escritor que ha transitado una amplia formación internacional en Literatura, Medicina, Psicoanálisis, Arte e Historia. Dijo: «He viajado por el mundo, pero también he viajado por diversas profesiones cultivando el oficio de escritor».

Sabor argentino

«Yo siempre hablo de cultura e identidad desde hace mucho tiempo; es uno de los temas que me interesan desde que empecé a escribir ensayos; en la decada del 60′ me picó la curiosidad por el tema de la identidad porque era como descubrir elementos que se habían ignorado o despreciado hasta ese momento; y lo he trabajado bastante; incluso en los libros que escribí de Argentina; en el libro «Un país de novela-viaje a la mentalidad de los argentinos» y allí analizo la identidad combinando esos dos elementos que son aparentemente contradictorios; por un lado el crisol de identidades y por otro el aceptar que cada identidad tiene derecho y quizás la obligación de mantener el sabor de su origen y no perderlo; hay una tendencia integracionista que obliga a aceptar ciertos elementos denominantes a los que uno se adapta y otros elementos llevan a mantener esa diferencia; la Argentina ha sido un lugar ideal para examinar estos dos fenómenos juntos; por un lado tuvimos distintas corrientes inmigratorias, con distintas lenguas, cocinas, folclore, que ha dado lugar a un sabor argentino que es distinto a los países de Latinoámerica», expresó el escritor.

Crisol

«Los demás países de Latinoamérica no han tenido ese caudal inmigratorio tan grande, ese crisol, esa combinación;  esa riqueza orquestal ha sido propia de Argentina y de ahí que se encuentren textos que hablan que para los europeos que huían de una Europa devastada por la guerra o el hambre los dos puertos de oro eran New York o Buenos Aires; eran metas cargadas de esperanza, y efectivamente fue así, fueron corrientes inmigratorias muy productivas no sólo en lo material sino en lo espiritual».

Identidad

«La identidad no es algo terminado o acabado, fósil; siempre está sujeto a modificaciones como nuestra identidad; siempre es otra cosa pero mantiene rasgos propios, vinculados quizás con la memoria, rasgos temperamentales, vocaciones, tendencias pero la identidad no es algo quieto; y la Argentina ha ido cambiado su identidad; incluso nuestra vida fue cambiando; la Argentina del 40′ o 50′ ó 2010 no es la misma; incluso la conducta del ciudadano ha ido cambiando», manifestó Aguinis.

Obsesión de educar

«Yo creo que la época más linda de la Argentina, el periodo más notable y la que la convirtió en uno de los países más sorprendentes del planeta fue la que empezó con la Constitución de 1853 y terminó con el primer Golpe de Estado, en 1930, la primera profanación grave que sufre el país;  setenta años con dos políticas de Estado muy firmes que se mantuvieron a lo largo de los gobiernos, con avatares incluso: la Inmigración, que hizo aportes muy ricos y  junto con la política inmigratoria vino la política  educativa; Argentina en poco tiempo se convierte en el país más educado; afluían estudiantes de otros países porque se consideraban universidades de punta;  fue una obsesión educar, aprender a leer y escribir; de hecho, en el E jército el conscripto si era analfabeto tenía que salir sabiendo leer y escribir  y si no tenía oficio se le enseñaba un oficio».

Esperanzas fundadas

«Esas políticas se mantuvieron muy firmes, casi obsesivamente y eso llevó a que Argentina fuera uno de los países que más sorprendían en el mundo; venían personalidades de todo el mundo; artistas, científicos, escritores; venían a ver qué era este fenómeno; un país desértico que no significaba nada en el mundo y de golpe se convierte en potencia. Ese fue el momento más hermoso que tuvo la Argentina; había esperanzas fundadas; los padres venían con una mano adelante y otra atrás, pobres,  ignorantes pero se esforzaban para que su hijo estudie, vaya a la univerdidad; en la enseñanza primaria ya el chico sabía todo para desempeñarse en la vida. La educación es la clave del progreso, primordialmnte, luego pienso que el segundo punto es el respeto a la Ley; Argentina es el país que más leyes tiene pero el que menos las respeta».

Decadencia

«Eso no ocurre actualmente -se lamenta Aguinis- a partir de 1930, la Argentina empieza a decaer; laArgentina estaba enlazada al mundo por ese nivel cultural y científico que había adquirido; pero empieza a sufrir el infiltramiento de ideas totalitarias, como el el fascismo y el nazismo; en 1924 se habla de la ‘hora de la espada’ y sostenían que la Democracia no sostenía al progreso y eso llevó al Golpe de Estado; fueron envenados por esas ideas totalitarias; y llega la década del 30′, la decada infame, llamada así con mucha razón porque allí viene la decadencia; en 1935  Discépolo publica su tango ‘Cambalache’; todo es igual; vale todo lo mismo; eso determina lo que es la Argentina hoy;  ahora da todo igual, es lo mismo el maestro que el alumno, el ladron que el honesto, todo da igual. Hablamos de la viveza criolla perdiendo los virtudes; se dejó de premiar al mérito, no se sabe bien qué es virtud y qué es vicio; eso es lo lamentable que vivimos ahora , eso me causa preocupación y no veo el ansia de recuperar el rumbo perdido».

Amo a la Argentina

«Aunque suene negativo, pienso así; yo siempre trato de dar mensajes de optimismo; Yo amo a la Argentina, pero no dejo de criticar lo que veo mal y me gustaría que cambie o mejore», expresaba Aguinis, con cierta añoranza de aquellos tiempos cuando el ansia y la motivación era estudiar, recibirse, tener una carrera y vivir honradamente.

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